La escasez de recursos hídricos es un problema crónico en muchas regiones del sur de la Unión Europea que, según las previsiones de modelos de recursos hídricos que incorporan los efectos del cambio climático, empeorará y se extenderá a las regiones más septentrionales.
Estos recursos hídricos mantienen la calidad ambiental de los ríos y humedales, cuya pérdida debido a la actividad humana está siendo muy rápida, como se ha informado en foros como la Convención de Ramsar. Por tanto, priorizar la salud ambiental de nuestros ecosistemas acuáticos, así como los múltiples servicios que brindan, es una estrategia que podría dar buenos resultados a medio y largo plazo.
La generación de recursos hídricos de buena calidad a partir de fuentes no convencionales de forma sostenible y económicamente viable es una opción que está ganando cada vez más fuerza.